Esta parte de la desescalada no se ve en las películas de desastres y pandemias que Hollywood nos ha venido dando de comer décadas. Pero aunque no sea tan cinematográfica, es probablemente de lo más que más importa que lo hagamos bien.
Primero, por supuesto, para seguir salvando vidas. Seguirá habiendo repuntes, pero mientras la gente de riesgo se mantenga a salvo y el sistema sanitario lo pueda absorber, lo peor podría haber pasado. Pero también, si hacemos esto bien, podemos preparar las bases para que la normalidad llegue a los pequeños comercios. Si demostramos que se puede atender a la gente con seguridad, los posibles repuntes de otoño e invierno no nos derribarán de nuevo.
Así que vamos a intentar ayudaros según vayan anunciando las medidas, de forma que podáis tener claro cómo abrir con seguridad legal e higiénica. Hoy, repasamos el especial BOE de ayer sobre la fase 0 en comercio minorista y servicios profesionales.
¿Quién puede abrir?
Nos ceñimos a las medidas sobre peluquería, estética y terapias manuales. Todos los locales menores de 400 metros cuadrados, siempre que estén fuera de un centro comercial. Si se pertenece a un centro comercial, sólo abrirán los que tengan acceso directo desde la calle.
Condiciones de apertura
Lo más importante es que sólo se permite durante la fase 0 el servicio con cita previa. Dentro del horario además debemos de dejar un horario de atención exclusiva a mayores de 65 que coincida con algunas de sus franjas de salidas (10h a 12h y 19h a 20h). Si alguien viniera antes de su cita no puede esperar dentro del local.
Sólo se permite un cliente por trabajador que atienda, salvo que la separación entre clientes mínima de 2 metros se pueda garantizar. Por ejemplo, si podemos señalizar o separar con mamparas y balizas a los clientes, en una peluquería podríamos atender un corte de pelo mientras tenemos a una clienta con el tinte esperando. En los centros de estética o masajes esto debería ser más sencillo en cuanto tengamos más de una sala.
Respecto a las medidas de protección, en nuestro ámbito de trabajo por la imposibilidad de mantener las distancias, tanto el profesional como el cliente deben de llevar medidas de protección individual (mascarillas). Entre puestos de trabajo que estén en la misma sala, como pasa en peluquería o en zonas de manicura, poniendo mamparas separadoras la distancia podría reducirse a un metro. En las mesas de manicura es preferible la mampara de separación, que tenga una apertura inferior cómoda para la mano.
Cuidado al recepcionar los paquetes de mercancía. Manipula los paquetes con guantes, saca todo, limpialo y después lávate las manos.
¿Cómo garantizar la higiene y protección?
Para empezar, todos los trabajadores tienen que tener sus EPIs. No se estipula un tipo de mascarilla para nuestro gremio, simplemente se generaliza con «mascarilla». Se podrían usar por tanto desechables de un solo uso tipo quirúrgica, FFP2 (sabiendo que son de un sólo uso) o incluso de tela de 3 capas (higienizadas entre cada uso). Sin ella sólo podemos estar a dos metros de nuestros clientes, con lo que casi nunca vamos a estar sin. Es muy importante aprender a usar las mascarillas y guantes correctamente para que no nos den falsa sensación de seguridad y terminemos tocando por dentro, o dejando áreas sin cubrir como la nariz.
Se recomienda tener el pelo recogido y evitar joyas, pendientes, relojes, esmaltes de uñas… Preferiblemente usaremos manga larga. EPIs como pantallas de cara completa, gafas protectoras, o bata desechable, son opcionales y en algunos casos recomendables, pero de momento no obligatorios.
Tenemos que tener gel hidroalcohólico a disposición de trabajadores y clientes en todo momento. Luego daremos un repaso a esto. Entre clientes o siempre que lo creamos necesario, nos lavaremos las manos o usaremos el gel.
En las cabinas y salas de masaje se recomienda el uso de toallas desechables. Si se usa textil hay que cambiarlo con cada uso y lavarlo a 60 grados, con lo que se van a quedar las toallas hechas un trapo. Podemos proteger áreas que puedan contaminarse con film transparente desechable.
La limpieza
Hay que hacer una limpieza en profundidad 2 veces al día (una de ellas al finalizar el turno) con desinfectantes. Por supuesto habrá que centrarse en las superficies de contacto, las mamparas, mostrador, pomos o pasamanos, grifos, etc. Es decir, las zonas en las que los clientes o nosotros hayamos podido tocar más. No os olvidéis de las pantallas táctiles, calculadoras, el teléfono, etc. Cuidado con usar cosas demasiado fuertes (que os destrocen cosas como los teclados) o demasiado flojas que no estén desinfectando. Las papeleras para desechables o público se vaciarán mínimo una vez al día.
Además de esto, entre clientes haremos una limpieza de zonas concretas (sillones, camillas, teclado del datáfono…) con las que hayan podido estar en contacto. Desecharemos los productos de un solo uso que se hayan empleado en la sesión, nos quitaremos los guantes y nos lavaremos las manos con agua y jabón. Procuraremos ventilar al máximo posible las salas o el centro. Recomendamos guardar toda decoración o abalorio que tengamos por las salas y que no sea imprescindible: menos que limpiar y menos superficies de riesgo que podemos olvidar.
Los clientes no pueden usar el aseo en principio. Por supuesto en ocasiones en nuestro gremio esto es imposible. Que se lo digan a alguien a quien le acabemos de terminar un protocolo DRE. Si lo usan, hay que desinfectarlo tras el uso.
Los uniformes y ropa de trabajo se han de lavar cada día, dice el BOE a 60 grados. Se recomienda que la ropa de trabajo sea distinta de la que se use para ir o venir de casa.
Respecto a los clientes…
Además de lo ya dicho, al cogerle la cita vamos a estar pendientes de preguntar por su salud y la de los suyos. Cualquier persona que haya tenido síntomas en los últimos 15 días es preferible que venga más adelante. Igualmente si tiene familiares con síntomas. Hay que tener en cuenta que las personas con sintomatología no tienen permitida la salida de casa, salvo para ir a centros sanitarios.
Una vez en nuestro centro, le daremos gel hidroalcohólico, y seguidamente si no tuviera mascarilla se la proveeremos, y opcionalmente guantes. Otros EPIs no obligatorios pueden ser los patucos desechables. Si deja su ropa y bolso tenemos que procurar que esté en una zona aislada, alejado de los enseres de otras personas o de los trabajadores. En los centros de estética es fácil si tenemos un perchero o una silla en cada cabina para este fin. Si no, como pasa en peluquería, habrá que meterlo en bolsas de plástico separadas.
¿Y respecto a nuestros productos?
Como siempre, el mantenimiento es mantener los botes bien cerrados. Puedes incluir en la limpieza de superficies aquellos botes que hayas usado con el/la cliente.
Muchos aceites esenciales tienen probada acción desinfectante y antimicrobiana. Algunos tienen acción sobre virus. No significa que trabajar con nuestros productos en cabina te exima de cumplir con las medidas de seguridad e higiene que marca la normativa. Pero sí puedes contar para tu tranquilidad y la de tus clientes con esa acción adicional. Como sabemos parte de los aceites esenciales permanecerá en el ambiente, y podemos potenciar esto usando difusores en el centro con niaouli/ravintsara y limón (a mitad). Además tendremos un aroma fresco, limpio y herbal en nuestro centro.
Las bondades y maldades del gel hidroalcohólico
Quién nos iba a decir que el gel hidroalcohólico de repente iba a ser tan importante en nuestras vidas. Es rápido, cómodo, y eficaz. Aunque no es mejor que lavarse las manos con jabón, sí lo puede sustituir cuando no es posible. Y ese gesto tan sencillo aporta seguridad a muchísima gente, tanto real como psicológica. No sólo porque el alcohol tiene acción desinfectante, sino que produce un cierre de poros que eleva la defensa de la propia piel. Las bondades están clarísimas.
Ahora, ¿qué problema tiene usar repetidamente un producto con un 70% de alcohol en la piel? Fácil, que evapora la humedad y reseca la piel cosa mala. Y una piel seca y dañada tiene dos problemas importante de cara al Covid19.
Lo primero, que aunque a corto plazo el cierre de poros eleva la función barrera minutos después de usarlo, cuando la piel esté muy seca la función barrera estará deprimida entre usos. Es decir, estaríamos más en riesgo cuando no estamos usando el gel.
Lo segundo, que una piel seca y desequilibrada se puede volver reactiva (dermatitis de contacto, prurito…) e incluso doler al tacto.
Y a esto hay que añadir la cantidad de guarrerías que pueda llevar el gel aparte de alcohol. Desconfía de cualquier formulación que incluya «parfum» o «perfume» por defecto, como ya vimos en nuestro último post sobre ello. Evita otras sustancias que puedan empeorar la reactividad y dermatitis, como los parabenes.
Es por eso que recomendamos el uso de geles que contengan lo mínimo indispensable en aditivos, e incorporen glicerina vegetal y aloe vera. Ambos, por su acción higroscópica (adoran el agua y la atraen) y humectante, van a encargarse de mantener la piel hidratada y cuidada pese a que se use mucho. Además el efecto calmante y antioxidante del aloe va a ayudar a prevenir esas reactividades indeseadas.
Camino de la nueva normalidad
Parece que ese es el camino que nos toca este año, y no podemos perder de vista ese objetivo. Nosotras queremos estar con vosotras en cada paso del camino. Compartid vuestras preguntas y dudas y trataremos de ayudaros. Y por supuesto, contad con nuestro gel hidroalcohólico con aloe y próximos lanzamientos al respecto de todo esto. Juntas superaremos esto, y quizá hasta aprendamos cosas por el camino. Será duro, pero lo importante es que nadie quede atrás.
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