La festividad celta de Beltaine o Beltane marcaba el inicio del verano pastoral, es decir, cuando el ganado era llevado a las montañas y pastos. Es una fiesta de fuego y fertilidad, en la que se celebraba la abundancia de frutos de la tierra y la renovación de los ciclos. Aún en muchas tierras que tuvieron tradición celta se siguen haciendo las hogueras y danzas la noche del 30 de abril al 1 de mayo. Coincide con otra fiesta más propia del norte de Europa llamada Walpurgis, que se celebra igual pero en este caso es más una noche de brujas.
Por tanto, la renovación y la purificación forman parte de la esencia de esta festividad. Los días más largos y cálidos facilitan actividades distintas, una vida más hacia afuera, más diurna y en el exterior de las casas. Una época para los cambios vitales y de ritmo, y para celebrar la resurrección de la naturaleza dormida durante el invierno. ¿No os parece precioso?
Ya que hemos adoptado otras festividades celtas como el Halloween, nos hemos decidido a plantearos un tratamiento acorde con esta etapa para que lo celebréis en vuestras cabinas y casas en mayo. Lo de la hoguera y la danza lo dejamos a vuestra elección, nosotras os proponemos el cuidaros y dedicaros un tiempo bien merecido. Un ritual de belleza y renovación para acoger mejor esta época maravillosa.
La renovación del peeling
¿Y qué hay más renovador que un buen peeling? Deshacerte de las pieles muertas para dejar una capa nueva al descubierto, dejar atrás esa etapa de tu piel y empezar de nuevo. Por supuesto, a la vez preparamos la piel para el sol, para que el moreno sea más uniforme y duradero. Y además hemos preparado un protocolo de cuidado y disfrute que incorpore flores y frutos, a juego con el Beltaine y la celebración primaveral.
Antes de meternos en faena, vamos a puntualizar un poco esto del peeling, porque no todos son iguales. En nuestra opinión, un peeling debe de ser mecánico; levemente abrasivo, para arrastrar esas células muertas. Pero no debe de ser demasiado abrasivo ni incorporar elementos que puedan dañar la piel, como cristales. Cuando digo esto, la gente piensa en cristales como los de casa, y claro que nunca se esfoliaría con ellos. Pero la sal o el azúcar son también cristales, y pueden producir microheridas, no apreciables a simple vista. Preferimos algo menos agresivo, más respetuoso de la integridad de la piel, y que no arrastre células queratinosas que aún no están preparadas para caer.
Además un buen peeling debería incluir un aceite, a ser posible ligeramente ácido. Esto ayudará a arrastrar los desechos lipofílicos, es decir, que son afines a la grasa. En este caso usamos almendras dulces, que además no deja de ser un fruto y por tanto nos pega perfectamente.
Nuestra mezcla peeling incorpora arcilla verde secada al sol, tierra de diatomeas en dos grosores y cola de caballo micronizada. La arcilla verde se considera detox, descongestiva y purificante. La tierra de diatomeas es una especie de arcilla formada por microalgas fosilizadas hace millones de años, muy rica en silicio y oligoelementos, y recogida en España. La cola de caballo tradicionalmente se ha usado por sus propiedades depurativas y por su riqueza en minerales, como de nuevo el silicio, clave en la renovación de tejidos como la piel. Y en este caso ese secar al sol no puede venirnos más al pelo con la celebración…
Un toque cítrico, un capricho opcional y un cierre floral
Vamos con la receta. Es válida para un trabajo en cabina de cara a la preparación de la piel, o para un cuidado casero si tenéis a mano los ingredientes.
El toque
Incorporamos nuestra mezcla peeling al aceite de almendras, mezclando bien. Como media en un peeling corporal se usan en torno a 10 gramos de mezcla, y añadiremos el aceite necesario para obtener una textura ligera. Como estamos celebrando el Beltaine, vamos a añadir a este peeling 2 o 3 gotas de un aceite esencial de limón, un fruto muy solar, depurativo y de delicioso aroma cítrico. Extenderemos el peeling con las manos con un masaje circular, adaptando la presión al gusto del cliente. Se puede hacer perfectamente también en el rostro si se desea.
Una vez que hemos trabajado toda las zonas a nuestro gusto, dejaremos actuar un par de minutos. Obviamente el efecto del peeling se hará en el masaje, pero sería una pena desaprovechar esa maravilla de minerales. Tras ello aclararemos usando guantes de esponja o de luffa, o si se desea, con una buena ducha (sin usar jabones, sólo con el agua y las manos).
El capricho
En el caso de hacerlo en casa o en un spa/balneario, este sería un momento maravilloso para darse un baño relajante (una vez duchado). Podemos añadir al agua sal marina, aceite de caléndula, hidrotónico de rosas o un par de gotas de lavanda (diluida en un poco de alcohol o leche corporal natural). Una opción muy Beltaine, hidratante pero un poco más engorrosa, sería hervir unos minutos copos de avena, colarlos escurriendo bien, y mezclar en el agua de baño ese agua resultante. También puedes incorporar harina de avena bien fina, pero ten cuidado con los resbalones y con los restos de harina cuando vacíes la bañera. Disfruta de ese baño caliente durante 20 minutos; ponte música, medita, tómate una infusión deliciosa… Vamos, relájate, disfruta y no dejes que los problemas del día a día te roben ese momento.
El cierre
Haya habido sólo una ducha o todo un baño relajante, secaremos bien la piel antes de seguir. Preparamos un aceite de caléndula, almendras o aguacate con 2 gotas de aceite esencial de lavanda, 3 gotas de aceite esencial de geranio y 3 gotas de aceite esencial de neroli. Floral, nutritivo, depurativo y relajante, así da gusto renovarse. Si quieres ser fiel al espíritu de la festividad, es un buen momento para agradecer lo bueno que hay en nuestra vida y la abundancia de la naturaleza.
Aplicaremos con un suave y lento masaje corporal hasta su total absorción. Podemos aplicar en el rostro si hemos hecho peeling un poco de aceite de caléndula con una gota de cada una de las tres esencias.
Una copa de vino tinto con un poco de canela, o una infusión con ortiga verde, limón, jengibre y canela, son las opciones que te proponemos tras el masaje. Y siendo fieles a Beltaine, es un instante ideal para detenerse a mirar hacia delante, a los cambios que tienen que venir, proyectos o ideas. Siempre desde una perspectiva relajada y positiva, degustando el momento y nuestra suave y luminosa piel renovada.
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